domingo, 29 de marzo de 2009

Mi Invitado Del Domingo. Hoy: ALBERTO GERCHUNOFF

 
Triste siembra
 
El núcleo nacionalista de la Dieta Prusiana,recomendó al gobierno que se enseñara a los niños de las escuelas los distintos tratados de paz,empezando por el de Versalles. Llama a esa enseñanza "catecismo cívico".
No suministrarán a la población infantil de Prusia, con escrúpulo histórico, los verdaderos orígenes de la guerra de 1914, que no radican tanto en la política del conde de Berchtold y de su grupo magiárico y en las negociaciones culpables de todas las cancillerías, como en el estado de fatalidad a que se había llegado.
Los países crearon, con su impulso voluntario y con su inercia, condiciones particulares que debían llevar ineludiblemente al mundo a una solución catastrófica. ¿Lo dirá ese catecismo? ¿Dirá algún catecismo que no bastó la siniestra experiencia de 1914 y el hombre repite hoy lo que entonces lo empujó al desastre?
Es, por ende, una triste siembra lo que se ha propuesto en Prusia, siembra de odio, aliento al encono, vigorización de lo que debiera debilitarse y extinguirse.
Sabemos lo que brota de esa siembra; lo hemos visto. La humanidad se ha bañado en sangre, se ha hundido en la miseria, se ha cubierto de una costra de llagas, por haber cosechado lo que esos sembradores diseminaron sobre la tierra.
 
La diplomacia y el salario mínimo
 
Siete miembros del gabinete británico se embarcaron, bajo la presidencia del señorial e ilustre Stanley Baldwin, con rumbo a Canadá para tomar parte en la conferecia interimperial de Otawa. Cada uno de esos insignes viajeros recibe dos dólares y medio por día para gastos personales.
Como ustedes ven, la diplomacia, la representación de los países en el extranjero, ha dejado de ser un edificio suntuoso. O hay que poseer una renta considerable, o hay que reducirse, con severidad británica, a no gastar más que dos dólares y medio por día. No nos hagamos ilusiones, sin embargo. Esas reducciones sólo tienen un valor simbólico, y cada uno de nosotros debe de estar seguro de que ser embajador, visitar las ciudades agradables, para participar de deliberaciones que nunca terminan mal, continúa siendo todavía una de las industrias más alejadas de la crisis.
 
El mundo y la comida
 
Un legislador alemán, miembro de la Social Democracia - dice brevemente un telegrama,- a calculado que si cada hombre comiera una vez al día, no alcanzaría el cuádruple de la producción actual de cereales y carnes. Y si se vistiera y calzara una vez al año, la producción actual, decuplicada, tampoco sería suficiente. A pesar de esto, el trigo y la carne están en crisis y hay millones de obreros sin trabajo en Europa y en América.
¿No sería útil en el orden económico un "gentlemens agreement" que nos aparte un poco de la locura en que vivimos?
 
De "Bajorrelieve de algunos hechos" (1932)

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