El 28 de diciembre de 2009, los angelitos que se avistaban desde el tránsito por la calle Paraguay, abandonaron la fachada de la casa centenaria y marcharon hacia el recuerdo de este transeúnte.
Hoy, domingo, sentí que los fotografiaba en estos niños que se daban chapuzones en la fuente del monumento a los españoles a algunas cuadras de su viejo domicilio.
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