miércoles, 24 de septiembre de 2008

Sin Puccini

(De nuestro corresponsal)

El hombre nos mira inquieto y luego vuelve a acariciar las teclas en algún momento plácido de una sonata de Mozart.

Atrás quedó la especie que se echó a rodar acerca de un individuo calzado de botas altas con vueltas y el pelo tocado con una peluca con bucles.

 El atormentado individuo a quien la justicia no ha preservado, se encuentra rodeado por periodistas de todos los medios que le preguntan sobre la satisfacción de sus deseos sexuales en estos treinta años largos alejado del mundo. Les responde girando los ojos y con citas de "El trovador" "La Traviata" o "Rigoletto".

 No lo escuchan cuando menciona "el bufón deshonrado" o "la tuberculosa Violeta", prefieren pasar a otra cosa: "¿Nunca intentaste escapar? ¿Que opinas del caso austríaco? ¿Qué les dirías a los jóvenes que han llevado una vida tan distinta a la tuya?

¿Te gustaría ver la película "Desde el jardín"?

Es el gran día y le llueven propuestas desde programas de la tele educativos para padres, hasta para "Mira al que toca" o "Mira al que canta" (que su flamante representante estudia con mucho celo para que no se le escape una millonada).

 

A punto de observar el sol por primera vez, el muchacho con demasiados puntos oscuros de su historia sin aclarar (y que seguramente nunca se sabrán fehacientemente si se enturbian en el fango amarillista) está a punto de abandonar a sus días de Boito, Leoncavallo, Mascagni.

Adiós al sensualismo, la melancolía y el sentimiento en melodías celestiales esparciéndose durante treinta años por la mansión tabicada.

 

Su padre, antes de dispararse escribió: "Hijo mío: Que Puccini y su encanto te acompañen por un mundo sin Tosca, Butterfly, Manon ni Mimí".

Saliendo al patio ruinoso, rodeado de cámaras, juro a mis lectores que no dijo una palabra, solo hizo una pantalla con su mano izquierda, los dedos largos trajinados en el teclado hicieron pianito.

Comprendo súbitamente su necesidad de apagar el astro y encenderlo a voluntad, regular su intensidad.

Carlos Serafín- Exc. Para "La Nota Al Aire"

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