miércoles, 18 de febrero de 2009

Mercadeo. Desde Nosotros Hasta Los Cavernícolas. (I)

wq;yr y zrituxb y también k:iuyt
 
Todo era piedra . Hasta los cabellos se balanceaban y exudaban polvo de tiza.
Un eterno trajinar de piedra caliza, de vez en cuando alguna incrustación de jade para huir de la rutina y una estalactita los días de fiesta para degustar  asado de perodáctilo.
La vida con wq;yr ya no tenía para zrituxb el encanto que a la orilla del río soñaron alguna vez. Para colmo wq;yr permanecía pensativo en un costado de la gruta, afilando su cuña de sílex para  pasarla luego caprichosamente por la barba rala, eligiendo los pelos mas canos para cortarlos con la rabia que suele producir la abulia.
Probaron deambular juntos solo para ver reproducidos sus comportamientos maníacos en otras parejas con y sin niños, dentro y fuera del clan.
Deambularon solos, y una mañana que wq;yr volvió con la suya para seguir padeciendo, zrituxb lo recibió con la alegría de otros tiempos, no dejaba de dar vueltas saltando a su alrededor.
Pronto lo supo y no le resultó para nada agradable la novedad aunque debió simular entusiasmo.
 
A zrituxb,  su hermana k:iuyt le trajo la buena nueva del inicio de la edad de bronce; podrían redecorar todo en bronce y volver a ser felices. 
 
Première 
 
Lo tuve que frenar a Federico, el  no entiende de esto; llegó del club y me encontró así, con la cara torcida de tanto llorar y golpear de boca contra la almohada.
¡Qué pasó! ¡Que te hizo ese hijo de su madre! ¡Lo voy a matar!.
Explicarle lo que me hizo justo a él, una tarea  imposible siendo un  negado para la literatura, me llevó un rato largo que no hizo mas que acrecentar el odio hacia mi ex marido y vergüenza por Federico que se fue a buscar al sótano la pistola nacarada creyendo que hipertexto, nodo  y anclaje que yo mencionaba entre sollozos eran la manera en que la gente de la literatura se arranca los pelos o se patea en las rodillas.
 
Mi agente creyó tener una idea brillante invitando al energúmeno de mi ex,- crítico reconocido- a presentar mi novela  "Abducida por el tedio", primera de la trilogía. El imbécil leyó entre líneas "lo que escamoteo al lector", mis subterfugios, "lo no dicho como materia de la exquisita filigrana de mi estilo". El público celebraba sus payasadas y se regodeaba con la comidilla de nuestra intimidad.    

No hay comentarios: