miércoles, 1 de octubre de 2008

Tres Cuentos Con Espías En Los Años 20

Un Jotraba
 
-Haló preciosa, conectame con el 221-

-Señor, le ruego no me falte el respeto, soy operadora de la Compañía Telefónica, no una de sus pollitas que frecuenta en el  Dancing

-Dale, a ver si se liga con la casa de mi mujer, no me mandés al frente ¡Ja Ja!-

-Conecttooo…Ya están al hablaaaa…

 

-Quien habla?

-Rafael….Soy yo Alfredo…

-¿Qué hacés, que querés?

-Me tenés que hacer un favorcito…Resulta que el tano Fidel me pidió un encargo y no puedo zafar…

-¿Qué le pasa al tano? ¿Alguna carta ?

-¡No que va! ¿Tenés un ratito?

-Dale…

-Resulta que por fin le consiguió un  laburo al hijo del medio, el cabezón,de dactilógrafo  y no llegó al mes; le liquidaron los días y lo rajaron…

-¿Y vos querés que yo le consiga otro laburo?

-¡Exatamente! ¡Sos un brujo vos!. Haceme la gauchada Rafaelito, …Vos sabés, el tano es mi mejor cliente de la quinela…El tipo me dio a entender que no le puedo fallar…

Pero te sigo contando…Al tano lo hirieron fiero…El que lo despidió le dijo que no servía ni para espiar…

El tano para embroncarlo quiere un jotraba de espía para el hijo…

 

-Mirá Alfredo, no sé si te diste cuenta que a pesar del uniforme yo soy un simple cartero,pero además te digo que si vos y el otro bruto creen que el laburo de espía es de gil, están sonados del mate. Alfredooo,Alfredoooo…¡Dejate de joder!

 

¡Bueno che, no me parece para tanto…Bueh, Chau. 
 
El Ojo Puesto En La Literatura  
 

El mandamás tamborileó con el anillo engarzado con aguamarina.

 El tal "colorado" era el hombre.

La última operación fue impecable: La banda de lunáticos "los siete locos", aspirantes a  financistas de la revolución mundial -que infiltró el colorado-cayeron presos.

 

-Hacelo pasar, Isidoro.

El colorado, elegante con su moño de pintitas avanzó cuando Isidoro se  ubicó a su izquierda.

-Seré breve porque tengo una montaña de cosas que atender, ya Isidoro le dará detalles.

Usted demostró equilibrio para llevar la misión "astrólogo rabioso" y es un gran mérito.

-No siempre jefe: En una ocasión uno de ellos, que parecía pervertido, intentó acomodarme el moño, me contuve para no darle un cachetazo. ¡Ja!...

 

- Trabajará a mis órdenes.  Deberá vigilar a un escritorcito que pega un diario mural con dibujos de la hermana por las calles del centro. Biorges creo que se llama…

Este  grupo lanzó un manifiesto bastante enérgico y hay que tenerlos en observación. .Tendrá que empaparse en poesía ultrista ¿Así se llama Isidoro?.

-Dejé la ficha en el escritorio…

-No importa, comiencen  a trabajar ahora mismo.

 

El jefe le extendió la mano al visitante.

El colorado se acomodó el moñito y acompañó  al secretario.  

 

Las Ultimas Escaramuzas

 

Un espía no debe adornar el relato.

La fila, los empujones, las  manos en la pared, las  piernas separadas, la linterna en la boca, las orejas, la planta de los pies.

 La peor parte: La ropa desguazada, el pantalón de pana primoroso arrumbado en una bolsa lacrada.

Antes de desnudarme llega la buena noticia. Aparece Lafitte en la sala y no deja que el guardia me haga sacar el calzón antes de la ducha helada.

Su argumento es convincente, el mismo me pasa un bastón por los testículos, el ano, la  entrepierna.

- No hay necesidad de avergonzar a un viejo- dice.

Yo reconocí en Lafitte la mirada del camarada. Cuando terminó la guerra compartimos la paleta de un caballo enredado en un alambre púa muerto hacía dos días.

 Juramos encontrarnos en la paz para comer  como Dios manda y ya estamos en 1922, la paz definitiva está mas cerca que nunca. Son las últimas escaramuzas.

Mientras tanto Lafitte sabe que me hace un gran favor dejándome pasar una foto de mi familia en el calzón. Así la prisión se hace menos dura.

 La paz definitiva está mas cerca que nunca, Lafitte.

 Esta noche, destapa una botella por mí.

 

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