miércoles, 29 de julio de 2009

Gloria Saluda a su Amante

 Gloria asomó la cabeza por la ventanilla del tren con su collar de perlas de dos vueltas al cuello. Se quedaría saludando hasta que la imagen de su amante se hiciera borrosa en el andén. Con una mano enguantada apoyada en el respaldo, y la otra en el marco de la ventanilla vio fugarse a la tolva de granos y la bomba de agua; algunos niños jugaban a resbalar en la tierra arcillosa bajo la manga que perdía a borbotones.

Saliendo del recodo, después de atravesar un puente viejo, la vía sucede paralela a un camino de tierra y pronto su vagón dejó atrás un camión pequeño de verdulero y seis ciclistas en caravana  enhebrados por un hilo invisible, como cuentas en amarillo, verde y azul.

 Cuando Gloria asomó la cabeza por la ventanilla del tren esperó que la imagen de su amante se hiciera borrosa en el andén.Aparecieron los niños jugando a resbalar en la tierra arcillosa y la tolva de granos y la bomba de agua.

Antes del puente viejo, un hombre con abrigo rojo estaba trepado a la escalerilla de la cabina de señales.

Cuando la vía sucede paralela al camino de tierra y seis ciclistas marchaban en caravana  enhebrados por un hilo invisible, Gloria hizo el ademán del hombre del abrigo rojo, igual al de la zarpa del tigre de bengala del Zoo central que ayer visitó con su amante cuando  se desperezaba de una larga siesta.Con este gesto, Gloria atrapó al más rezagado de los ciclistas con el índice y el pulgar.

 Gloria se tomó del cuello cuando el hombre de rojo de la escalerilla de señales pasó veloz.

 Y hubo solo los gritos del pasaje, ruido de frenos y, los niños que jugaban a resbalar, abigarrados en el descanso del tren detenido antes de la tolva de granos y la bomba de agua.

Y antes del camino de tierra que sucede paralelo a la vía.      

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