domingo, 1 de junio de 2008

Otra Historia Ficticia Del Mundo Del Cine: "La escena mítica"

Al Alfre  me lo encontré esa mañana.

 
Cada día peor, desaliñado, con varias copas de más para las once de la mañana del miércoles. Saboreaba a sorbitos el coñac y se lamentaba.

En este boliche se juntan los que lamentan esto o lo otro y los delirantes. En el que está enfrente, paran los que están en la buena; en el de la esquina los que atraviesan la primera semana de relación amorosa: (Nada los perturba, se hacen mohines y se enredan el pelo entre los dedos mientras al lado un abogado discute a los gritos con los testigos).

A la vuelta, en el café que tiene el pasillo largo como una cueva, paran los que tienen deudas de dinero con los parroquianos que frecuentan los cafés que mencioné antes pero sueñan con volver a compartir la vigilia de los días con su grey.

Hoy, yo que los visito a todos y tantas veces me deprimí por no sentirme parte de ninguno en especial, vine al de los que se lamentan de todo y deliran sin freno.

Me gusta Alfre, el siempre tiene algo en la manga para atrapar la atención; como si con cada sorbito que se lleva a los labios buscara los puntos, las comas, los allegros y los planísimos del monólogo con partenaire.

Pedimos una vuelta y seguidamente enhebra la anécdota en varios pasos:

1)      Lo dejaron plantado desde la nueve de la mañana

2)      A las 10,30 tenía que pasar a cobrar un trabajo de publicidad para Centroamérica que hizo hace dos meses, con la mala suerte que hasta la semana que viene no vuelven a pagar.

3)      En tal lugar quedó en encontrarse con un actor que le iba a presentar a otro que buscaba un tipo parecido al Che  para una producción europea de una miniserie.

4)      En este punto intervengo yo opinando: "La verdad es para cagarlo a patadas al que te dejó plantado".

5)      Ahora sí Alfre  me dirigió una sonrisa sarcástica y meneando la cabeza en un gesto de afirmación continuó: "Diste en el clavo, ja, ja, ja! ¿sos brujo vos?"

 
No entendí, como siempre que Alfre comienza a contarme algo. Pero no necesito pedirle aclaraciones, el sigue:

"Nombrame momentos míticos del cine", -me pide como si me pidiera una prueba de que soy despierto-

Tuerzo la cabeza, pongo los ojos oblicuos y rememoro: "Yo que sé…el vestido de Marilyn Monroe flotando con el aire que sube del subte…la despedida entre Bogart  y Bergman en Casablanca, Mastroianni y Ekberg en la fontana de trevi…"

Mientras desgranaba los ejemplos Alfre con la mano temblorosa hacía el ademán de "seguí…seguí".

Al fin llegué al ejemplo que él estaba esperando: "La cachetada de Glenn Ford a Rita  en Gilda…

Ahí vamos…-repuso mientras apuraba la copa- ¡la cachetada a Gilda!

Alfre llamó al mozo; como no venía le indicó que volviera a servir, pero el mozo se hizo el distraído. Alfre olvidó al momento el pedido y manoteándome el cuello se pegó a mi oído:

Alfre: El tipo que esperaba hoy a las 9 y no vino me hizo la semana pasada la propuesta de mi vida. Un papel para rodar con Mary W.

Yo:¡No te puedo creer! – ¡Te felicito!…que notición...

Pero Alfre me tomó del brazo, como si fuera Gardel confesándose:

Alfre: En su momento no acepté. Lo que primero les llamó la atención es que les pedí el libro para leer.Me dijeron que no lo tenían pero me contaron con lujo de detalles el argumento, con al menos diez escenas con varias líneas de texto para mi lucimiento.

Yo:¡Pero Alfre, y con Mary W. nada menos, uno de nuestros íconos del espectáculo…Como que no aceptaste!".

Alfre: Fue cuando llegué a una escena clave…fue ahí que no pude aceptar

 Yo: La verdad es que no me imagino Alfre qué  planteaba la escena que te decidió a no aceptar

Alfre: No acepté porque la escena pedía que le pegara a Mary W. una patada en el culo

 
Casi me da un ataque de risa cuando  me quedó mirando con los ojos desorbitados, pero le seguí el tren.

 
Yo:Pero Alfre, es que en el cine no tenés que ni siquiera rozarle el culo...

Me respondió indignado:-¿Qué, me querés enseñar lo que es el cine?

Hablo del resultado, la patada en la ficción será una patada a Mary W. una gloria del espectáculo nacional .Pero no te preocupés los tipos tampoco lo entendieron, ¿Sabés que me argumentaron?

Yo: No… ¿Qué?

Alfre: ¿Que pregunta te hice yo?

Yo: ¿Cuándo?

Alfre: ¡Sobre las escenas míticas!

Yo: ¡Ah Si! La escena de la cachetada de Gilda ¿y entonces?

Alfre: Que me quisieron entusiasmar con el cuento de que quedaría en la historia del cine, la cachetada en Gilda y esta patada en el culo. ¿Como me podía negar?

Yo: Eso me pregunto, como pudiste negarte...

Alfre: En ese momento me negué...pero después lo pensé bien y... resolví hacerla...

¡Fantástico! -Repuse yo...-

Alfre: El tipo de la producción es el que cité a las 9 acá para rectificarme... y no vino

Yo: ¡Que desgracia! Seguro se lo dieron a otro

Alfre: Eso pienso…El imbécil me desorganizó la mañana para peor…

Se quedó ensimismado Alfre en sus quimeras, podía quedarme en la mesa o irme, me quedé un rato, pagué la vuelta y me deslicé despacito hacia la puerta.

Ni chau le dije, estaba mascullando algo y no me hubiera contestado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente, y qué bien escrito! Para leerlo de un tirón, realmente muy bueno, me encantó. Avisame cuando la den, así me fijo bien en la escena de la patada...
Saludos
Lulú

Anónimo dijo...

Pues sí, hubiese sido y, sin duda será, aunque protagonizada por otro, una escena mítica del cine.
Demasiado respetuoso este Alfre. Un verdadero triunfador no debe andarse con tanto escrúpulo; acepta cualquier cosa. Como estoy segura de que el partenaire de Alfre en este cuento va a intentar hacerse con el protagonismo de esa escena llamada a ser mítica, ja, ja, ja,
Se le nota la prisa,
Para mí la escena mítica es la de la ducha de "Psicosis". Maldita escena, que se me quedó grabada desde la primera vez que la vi,

Celia,