domingo, 6 de julio de 2008

De Ultramar

    El señor Bellock, comerciante de tapices es encontrado muerto detrás de unos arbustos.

Como casi siempre, el juez Gallaghan elegirá entre 4, 5, quizá 6  versiones de su muerte.  Nadie es reticente a confesar, los naturales se auto incriminan.

  El juez Gallahan hace veinticinco años imparte justicia en esta lejana colonia y hace quince años que no visita su país de origen; prefiere usar sus licencias anuales en investigaciones filológicas, el estudio profundo de los dialectos y la porcelana antigua.


  Con toda naturalidad, en el "Caso Bellock" utiliza su eficaz método que le ahorra disgustos con las autoridades coloniales( a quienes solo les satisface que los casos se cierren prontamente y los culpables sean encarcelados:

  La señorita shian dice haber sido tomada prisionera por Bellock, pero cuando este descubrió en su cuello la imagen que la protege, huyó como un torbellino, se golpeo y murió.
  Fenaih, el novio de Shian declara que combatió a solas con él en el lugar que lo encontraron y lo venció en duelo honesto.  Sanha la hermana de shian declara que el muerto compitió con  Fenhai en peligrosas pruebas por el amor de su hermana y ella lo mató cuando fenhai corría peligro.

  .La madre de Shian dice que lo encontró en el lecho de su hija, fingió aceptar la relación y le dio refresco envenenado.


  El juez observó en el cuerpo dentelladas y reconoció las huellas de un tigre. No le quedaron dudas de que los nombrados  protegían a este acechante nocturno,( uno de sus dioses familiares).


  Cerró el caso culpando a la madre, que por ser anciana y no representar peligro fue condenada a no alejarse más de cincuenta pasos de su casa.


   El juez, secreto orientalista está convencido de que todas las versiones son ciertas en los infinitos tiempos posibles.
 

 

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